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Cueva de los Casares,... "espejo de la Prehistoria"

En el conjunto Arqueológico de los Casares, el hombre (mejor dicho, “la mujer”,  ha dejado el testimonio de su paso desde el Paleolítico Medio, e inclusive por desgracia algunos "burros"- posiblemente masculinos-,  también han querido dejar plasmado en este templo de la Prehistoria, sus toscas huellas en nuestra reciente actualidad.


... Diosas de la fertilidad, cazadores paleolíticos, pastores-recolectores calcolíticos y de la Edad del Bronce, ganaderos y agricultores de la Edad del Hierro y de época romana, guerreros hispanomusulmanes, repobladores castellanos y guerrilleros durante la francesada, han dejado todos sus huellas en este lugar único y privilegiado de nuestra alta Alcarria... (inclusive esos "burros sin civilizar" que dejaron sus nombres grabados arañando los lienzos de este museo)

Podéis llegar a este enclave acercándoos al pueblo alcarreño de Riba de Saelices, justo lindando entre la "raya de Molina y la alta Alcarria". Merece la pena.


Es imprescindible que lo acordéis previamente con Emilio Moreno  (el guía), por lo que seguro lo haréis un sábado o domingo entre las 10:30h y las 11.00h  y por tanto que mejor que quedar en el bar "el pocillo" frente a la parada de autobús. Un cafetito esperando a todos los asistentes siempre será bienvenido antes de comenzar esta inolvidable lección de la historia en una excursión sin igual.

Así lo hicimos nosotros el 30 de octubre del 2011, quedando ese día con mi amigo Sergio David, con mi cuñado Gonzalo Jiménez,  y  con algunas de mis sobrinas y familiares que son descendientes del arqueólogo Juan Cabré - arqueólogo de campo investigador principal de esta cueva tan singular- ,  coincidiendo sin despistes con todos ello, s  durante ese cafetito caliente en el "bar el pocillo" tomado entre la bruma del exterior y el aroma del café caliente junto  con un ramillete de cazadores que desde precisamente este bar de Ribas de Saelices  planteaban una batida por estos preciosos montes del Alto Tajo. Ellos salían a cazar liebres y nosotros a zambullirnos al interior de un cerro cercano entre los rastros del tiempo.


Parece ser que desde la Prehistoria hasta hoy, esta zona no ha dejado de ser de alto interés para los cazadores y rastreadores.  
!Por algo será ¡...


Los Casares es sin duda uno de los mas importantes conjuntos arqueológicos de  Castilla-La Mancha por lo dilatado y continuo de su ocupación humana que va desde el Paleolítico medio, hace más o menos 40.000 años, hasta el siglo XIX en que sirvió de refugio a algunas partidas guerrilleras durante "La Francesada". 

No obstante si hubiera que destacar dos momentos cumbres de su utilización, estos sin duda son el Paleolítico Superior, que en el interior de la caverna nos dejó sus impresionantes manifestaciones parietales, y el periodo islámico, concretamente en época califal en que se construyó de nueva planta un impresionante poblado en la ladera.

El conjunto Arqueológico de los Casares esta situado a unos 3 kilómetros al norte de Riba de Saelices. Se abre en una ladera del monte Mirón, o Pedriza del Mirón, sobre la salida por la que discurre el río Linares o Salado que, unos 20 kilómetros aguas abajo, ha de confluir en el Tajo.

Los grabados de la Cueva de Los Casares fueron descubiertos en 1928 por Rufo Ramírez, maestro de Riba de Saelices, y su hermano Claudio. Un hallazgo que pusieron en manos de Layna Serrano, quien hablaba entonces de las extrañas serpientes enroscadas que se formaban en el suelo.

Finalmente recogió los estudios Juan Cabré (abuelo paterno de mis cuñadas Mercedes y Toñi Cabré), uno de los arqueólogos de campo más importantes de la época, quien acompañado de su hija, Mª Encarnación Cabré , realizó los iniciales trabajos de campo y fotografías de los grabados. Los primeros estudios comenzaron en 1932 y consiguieron que la cueva se convirtiera en Monumento Nacional en 1934.





El título supuso el nombramiento del primer guía y vigilante de la cueva Aniceto Foved, abuelo materno del actual guía – Emilio-, y el lanzamiento del yacimiento a nivel estatal. El descubrimiento tuvo gran eco nacional e internacional, destacando los artículos que se publicaron en periódicos ingleses y alemanes de la época.

En la fotografía de la derecha se pueden ver a Juan Cabré, a su hija Encarnita Cabré y a el primer guía Aniceto Foved,...   (el libro "la Historia de los Casares" donde se publica esta imagen histórica -que no prehistórica-,  lo vende Emilio "el guía"  a un precio asequible, justo en la entrada a la cueva donde tiene un pequeño despacho con el plano, la documentación para la visita y las  linternas para los visitantes.)

Al mismo tiempo, algunos de los más reconocidos arqueólogos europeos como Breuil, Obermaier o Kun llevaron a cabo investigaciones en las que cada uno exponía sus distintos puntos de vista sobre la antigüedad en importancia de los grabados. Los primeros estudios de Juan Cabré situaron los grabados en los períodos Auriñaciense y Solutrense, lo cual nos remonta a unas fechas que van desde el 30.000 hasta el 25.000 antes de Cristo. Su antigüedad junto a la ubicación de la cueva, nunca hasta entonces se bahía encontrado este tipo de relieves en el interior de la península, convirtieron al descubrimiento es un hallazgo magistral y único.

Incluso hoy en día la cueva pasa por ser la más importante de las encontradas en la meseta, contando incluso con restos anteriores a los de las Cuevas de Altamira, según relata “ El Decano de Guadalajara, el 3 de noviembre de 2000”…


En este año 2010, justo el día 30 de octubre, conseguimos plaza para visitar la cueva. Como hay un máximo de entradas por visita, la planificamos en esta ocasión con parte de mis sobrinas y unos amigos de la familia,... y no pudo ser mayor acierto,  para disfrutar muchísimo de la cariñosa acogida que nos hizo el guía oficial de este enclave – Emilio Moreno - , ya que recordaba con cariño y emoción  "al abuelo Cabré" al  haber estado trabajando con su padre en los trabajos de investigación de esta cueva… y tener además en esta ocasión, como visitantes especiales,  a parte de su familia. Realmente fue entrañable y enriquecedor. ... Un recuerdo imborrable, que espero con este reportaje quede también reflejo en la red de redes y así os animéis a pedir cita y visita para recorrer y vivir "este tempo" en profundidad.

Como muestra de esta excursión os publico las fotografías que hice aquel día sobre este monumento a la feminidad que es la “Cueva de los Casares”. Algo especial, místico y bien guardado. Como si fuera una página del libro más importante jamás grabado en piedra de la prehistoria viva.


Es de interés recorrer este entorno a través de algunos de los artículos publicados en la red de redes,  en los que la Cueva de los Casares destaca por su importancia y peculiaridad, tal como es el publicado por el boletín de la Sociedad Ateneista de Aire Libre de Diciembre de 1997, titulado “Los Casares: 'Arte Parietal Paleolítico en el olvido'”…y  que dice así:

Los grabados de Los Casares fueron descubiertos en 1933 por el maestro del pueblo Rufo Ramírez y su hermano.

Ellos reconocieron su ignorancia en Arqueología y pronto acudieron a uno de los mejores arqueólogos de su tiempo:
Juan Cabré Aguiló.

El y su hija Encarnación trabajaron juntos en las dos primeras publicaciones sobre la cueva, de 1935 y 1940. Este gran descubrimiento tuvo fuertes resonancias nacionales e internacionales. Revistas científicas notables publicaron artículos sobre la cueva, escritos por Cabré y otros arqueólogos: Kühn, Obermaier, etc...

Breuil visitó la cueva pronto, pero él tenía otras ideas sobre la cronología y el significado de los grabados. Los diferentes puntos de vista de Breuil y de Cabré no sólo aludían a las representaciones animalísticas y antropomórficas de Los Casares, sino también a otros grabados y pinturas muy importantes de la Prehistoria peninsular española, muchos de los cuales fueron descubiertos por Cabré, como por ejemplo las pinturas rupestres del Levante español.





 La parte más ancha es sin duda la propia entrada, de donde parte los angostos pasos hacia el interior y donde se observan restos de los distintos habitantes de esta cueva, tanto en la prehistoria, como en la más reciente historia. (Es una pena que se destrozaran algunos de los impresionantes grabados con inscripciones tipo "aquí estuvo Pepito el ignorante"..., por lo que precisamente Juan Cabré con dinero de su bolsillo, encargó que se cerrara el paso de este enclave con un par de rejas y candados.)




El Abate Breuil vio en todas las representaciones prehistóricas españolas únicamente una extensión del Paleolítico franco-cantábrico. Sin embargo, Cabré atribuyó a las pinturas del Levante español un carácter autóctono, así como otra cronología, más tardía y en ningún caso paleolítica. Y a los grabados antropomórficos de Los Casares, ubicables cronológicamente en un primitivísimo estadio del Paleolítico Superior, les imputó un carácter especialmente singular. Las investigaciones subsiguientes le darían totalmente la razón.


Muchas otras cuevas con representaciones paleolíticas y arte mueble han hecho su aparición en la meseta castellana. ( la cueva de La Griega, la placa de Villalba, los grabados al aire libre de Siega Verde, la cueva de Maltravieso, etc...) y en el Sur ( las cuevas de La Pileta, con más de 1.000 piezas de arte mueble, Nerja, Carigüela y otras ). En muchas, al igual que en Los Casares, podemos encontrar un gran número de representaciones solutrenses. Todo ello nos induce a pensar que probablemente hubo grandes migraciones desde África hacia la Península Ibérica en este período.

Figuras de antropomorfos, de probable filiación auriñaciense, hay en todas las estancias de Los Casares. Cabré y Breuil coincidieron en esta apreciación cronológica. Un gran número de grabados corresponde a interestadiales templados dentro de la glaciación Würm. No obstante, hay también representaciones de animales que correponden a períodos fríos (picos glaciares):


Para poder ver bien los grabados es imprescindible disponer de una luz especial y posicionada en un sitio concreto, dado que si no es así, es casi imposible de detectarlos, por tanto es recomendable o bien verlos en las imágenes registradas fotográficamente por las personas que han editado el libro que vende Emilio "el guía", o bien apuntarse a una visita y verlos en vivo.


A continuación se describen según el artículo referenciado:



- Un rinoceronte lanudo (rhinoceros tichorhinus), grabado a 150 m. de la entrada.

- Un glotón (¡¡¡EL ÚNICO GLOTÓN PALEOLÍTICO EN ARTE PARIETAL DEL MUNDO!!!), grabado en la estancia más alejada de la entrada conteniendo representaciones, la denominada cavidad C por Cabré, a unos 170 m. y un mamut lanudo (¡¡¡REPRESENTADO FRONTALMENTE!!!), grabado en la primera estancia, llamada cavidad A por Cabré, y situada a unos 55 m. de la entrada.

- Hay asimismo un mamut de piel desnuda en el mismo espacio del otro mamut, grabado por detrás.


Algunas figuras de mayor formato corresponden con toda claridad a un período magdaleniense: el felino, el bisonte (no reconocido como tal por Breuil), el uro (la figura más grande de la cueva) y el gran ciervo.

Estos grabados nos recuerdan las pinturas de Altamira. Quizás fueran realizados por gentes llegadas del N durante el último pico glaciar. Cabré encontró útiles premagdalenienses (así los calificó él) fuera de la cueva, cerca de la entrada. Por desgracia estos útiles han desaparecido. Hemos preguntado en diferentes museos y hemos leído a un tiempo todas las publicaciones sobre la cueva. Los arqueólogos citan dichos útiles, pero nadie comenta su desaparición. Y éste es sólo uno de los muchos silencios y misterios que rodean a la cueva.

Sólo se han desarrollado tres campañas de excavaciones en esta cueva (1966, 1967 y 1968), dirigidas por Beltrán y Barandiarán, exclusivamente en el "vestíbulo" y en el seno A.

Las secuencias estratigráficas mostraron útiles paleolíticos del período musteriense y un metacarpiano humano de una mujer neandertalense.

Les siguen niveles revueltos (probablemente del Paleolítico Superior), que nos dan información de posibles inundaciones en períodos interestadiales. Los niveles más altos son más finos y contienen restos post-paleolíticos.

- Hay otros puntos dentro de la cueva con mucho interés para realizar en ellos nuevas excavaciones:

- Tres lugares del seno A: dos puntos, que fueron probablemente viejas entradas, uno de ellos cubierto por grandes piedras caídas durante los deshielos y el otro por depósitos estalagmíticos, y uno último en el acceso del seno hacia el resto de la cueva.

- Un lugar en el pasillo que va del seno A al seno C, que contiene un interesantísimo grabado de un animal o antropomorfo sin cabeza dando a luz un pequeño antropomorfo o placenta. Por ello hemos escrito a HUGO EUROPA (la organización europea para el genoma humano), pues pensamos que en este lugar podrían existir grandes cantidades de ADN fósil. Otros antropomorfos grabados en la cercana cavidad B, como una madre con su hijo, nos llevan a considerar este lugar un posible paritorio.





- La cavidad C, una amplia estancia decorada con un gran número de grabados y algunas pinturas muy deterioradas.

- El resto de la cueva a partir de este punto, un largo pasillo de 90 m. sin grabados, fue un lago antes de que descendiese el nivel freático al final de la glaciación.


El número total de grabados y pinturas es aproximadamente de 168, contando animales, antropomorfos e ideomorfos (vulvas, penes, tectiformes, puntos, flechas, manchas, etc...). 


Este conjunto de figuras da lugar a 28 escenas significativas.







Es esencial para comprender la naturaleza religiosa de la cueva percatarse de la existencia de sendas liebres al comienzo y al final respectivamente de la parte de la cueva conteniendo grabados. Las liebres protegen el área sagrada contra los malos espíritus. Si en un primer análisis eliminamos los signos aislados carentes de un significado claro, distinguimos 90 zoomorfos y 19 antropomorfos incuestionables.

Las escenas fundamentales se encuentran en las tres grandes cavidades de la cueva, pero hay también pequeñas escenas interesantes en los pasillos que unen las cavidades.

No disponemos de espacio en este breve artículo para describir con detalle todas y cada una de las figuras de esta riquísima cueva. Pero ya que hemos descrito, aunque muy brevemente, algunos de los importantes grabados de animales, procederemos ahora a escribir algunas líneas sobre tres importantes escenas de antropomorfos.

En dichas escenas los antropomorfos aparecen con animales, máscaras de animales y signos (vulvas y penes).

En el seno A podemos encontrar la escena más importante de la cueva y posiblemente la más importante secuencia de grabados de antropomorfos de todo el arte rupestre paleolítico conocido. No poseemos la "Piedra Rossetta" que nos traduzca este primer esbozo de lenguaje de hace 20.000 años, pero aún así podemos hacer una descripción lo más exacta posible y una breve interpretación de la escena.

Los diferentes grupos de antropomorfos con animales y signos, vistos de izquierda a derecha, son los siguientes:


1º)
Un antropomorfo de sexo femenino, con rasgos sexuales secundarios fuertemente acentuados.


 a)
 es penetrado por un antropomorfo masculino con cabeza de pájaro, y provisto de un enorme pene, ...
o b)
mantiene en sus brazos un antropomorfo masculino con un pene enorme circuncidado.


Ambos antropomorfos dirigen su vista hacia:

2º) Un mamut lanudo representado frontalmente (probablemente una máscara) grabado encima de otro grabado de mamut (de piel desnuda) con representación lateral. Un largo colmillo sale del mamut lanudo justo hacia la vulva del antropomorfo femenino. Otro antropomorfo con cara "trompuda" (¿un espíritu?) está a la derecha de los mamuts.

3º) Un antropomorfo ventrudo, con apariencia de mujer preñada, levanta sus brazos en una actitud de oración. Este grabado está realizado sobre otro grabado de una yegua preñada.


Una gran vulva está grabada a la espalda del antropomorfo. Investigaciones posteriores nuestras han determinado la existencia de un pequeño antropomorfo naciendo.
Un pez aparece grabado en una hornacina pequeña debajo de este conjunto.

4º) Un antropomorfo con cara de perro se está lanzando al río o lago. El pequeño río Linares debió ser mucho mayor, e incluso quizás contener zonas lacustres, en las épocas de deshielo entre picos glaciares.

5º) Tres antropomorfos, que parecen ser un hombre, una mujer y un niño, están en el río tomando parte en una ceremonia ritual aparentemente. Muchos peces rodean a los cuatro antropomorfos citados en último lugar.


Hay también otra escena muy interesante de antropomorfos en la cavidad B:
Un antropomorfo alargado (¿una mujer?) mueve sus brazos de tal modo que nos recuerda la forma de mecer a un niño. 
En el suelo gatea un niño, que tiene una cabeza redonda y desproporcionadamente grande (¿hidrocefalia o máscara?).

Otra importante escena de antropomorfos está grabada en una gran hornacina a la entrada del seno C:


Un antropomorfo grande con una máscara está bailando o huyendo de otro antropomorfo que se encuentra grabado a su espalda y cuyo enorme pene incircunciso se dirige hacia una vulva.


Este peculiar par de antropomorfos está a la entrada de una cavidad, la C, que posee una multitud de grabados de animales.


En esta cavidad también podemos contemplar una cópula de una pareja de animales, aparentemente caballo y yegua
………………


Como se observa a lo largo de todo el recorrido, es predominante la figura de la mujer, su interpretación y relación con la maternidad y todos los movimientos expresados y relacionados con la fertilidad, la cópula y cuidado de los niños, ... dejando por tanto testimonio del pensamiento femenino de aquellas épocas , consiguiendo dejar en esta Cueva de los Casares ("templo de la maternidad prehístórica")  una muestra impresionante de esos espíritus y sensaciones sagradas para la feminidad de aquellos tiempos remotos de hace más de 30.000 años. Se dice pronto. IMPRESIONANTE.


Hay muchos  artículos más por donde navegar, contrastar y recopilar más información sobre este enclave tan místico y prehistórico, … como son los contiguos al detallado anteriormente en este apartado, pero lo que es sin duda una experiencia "religiosa" es hacer una visita en vivo con las explicaciones de Emilio.


Gracias , Emilio Moreno,...  por tu cariño, por todos tus cuidados en este cripta sagrada ... y por la suma de todos tus trabajos que de forma tenaz y sin pausa has realizado durante toda tu vida, siendo además antorcha, saber y fuego con cada uno de los visitantes a esta cueva, sobre la historia y el espíritu de esta maravilla del arte prehistórico, que espero pueda mantenerse otros 40.000 años más (al menos) para el estudio, la observación, la admiración y el análisis de nuestros posibles descendientes del futuro...


OTROS ARTÍCULOS de referencia:

“una aproximación al estudio de grabados del paleolítico superior”

 “ conferencia de José Manuel Molinero Barroso en el Centro Cultural “Mesonero Romanos”









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